Los premios de la barra pop

Me sentí totalmente ajeno, perdido. El lunes fui a la entrega de los Copihue de Oro, premios que otorgan los lectores de La Cuarta a los mejores en distintas categorías, todas relacionadas con el mundo del espectáculo. Y el show fue redondo. De cerca pude ver a Tonka Tomicic, Felipe Camiroaga, Alvaro Rudolphy, Tamara Acosta, Colo Legrand, Che Copete y muchos más que amenizaron una ceremonia digna de ser televisada. Pero cuando aparecieron los números tropicales quedé plop. No conocía a ninguno de los grupos y menos sus canciones. Pero bastó que Leo Caprile (el conductor) dijiera Garras de Amor o La Noche para que el Caupolicán (lugar donde se realizó el encuentro) se fuera abajo. La gente, la barra pop, gritaba, alucinaba, coreaba todos los temas mientras yo trabtaba de llevar el ritmo con mis pies para no parecer tan perdido. Pero lo cierto es que lo estaba, lo que no significa que no me gustara el show. De hecho las ganas de bailar me superaron y hasta me paré para mover el cuerpo. Una noche llena de alegría y colorido, que demuestra lo importante que es para los atistas la aceptación del público. Es que no dudaban en aplaudir y votorear a los personajes queridos y abuchear a rostros que les son lejanos, como Diana Bolocco. En definitiva una barra pop (y no lo digo de manera despectiva, todo lo contrario) que sólo se preocupa de pasarlo bien, sin cuestionarse en qué irse, dónde estacionarse o que al otro día hay que levantarse temprano, como lo hace el "común" de la gente. Un público único, una fiesta potente.

Bien por La Cuarta y mal por mí. De ahora en adelante me abocaré a buscar música de La Noche y los Reggeton Boys... tal vez para la otra no ande tan perdido...