domingo, 19 de agosto de 2007

Todos te miraron

Se acabó. La teleserie más vista y polémica del año llegó a su fin y con ello el respectivo balance: una historia entretenida e innovadora, con actuaciones destacables que reflejan la solidez del área dramática de TVN. No obstante el final dejó gusto a poco. Algo faltó, o quizás como espectadores no estamos acustambrados a ver términos de seres sin una fiesta de despedida con gente feliz. ¿Qué pasó con Matilde (Alejandra Fosalba)? ¿Era necesario que Julián (Alvaro Rudolphy) muriera? ¿El hijo de ambos seguirá con el ejemplo de su padre? Lo cierto es que el último capítulo fue muy bien desarrollado, con momentos tensos que mantuvieron al espectador al borde del asiento. Sigrid Alegría con la bebé en brazos, Pancho Melo como un drogadicto nervioso tratando de salvar a su amada e hija y el notable Alvaro Rudolphy explicando la razón de sus crímenes crearon una atmósfera única. Lo "extraño", por decirlo de alguna manera, fue la escena en que Melo expuja a Rudolphy (problemas de dirección y técnicos) y éste cae en las llamas y lo rápido que la palabra FIN apareció en pantalla. En resumen un final entretenido, rápido, que dejó cabos sueltos, pero que nos entregó una buena dosis de adrenalina.
Destacable además fue que el rating aumentara una vez que se conoció la identidad del asesino (en la mitad de la telenovela) y no provocara el efecto inverso, logrando al final 45 puntos promedio y peak de 51, la mejor sintonía para las producciones nocturnas nacionales.
Mención honrosa la actuación de Rudolphy. Nuevamente demostró (tras Pelluco y Rodolfo en Amores de Mercado) que es uno de los mejores actores del país. Sus llantos, miradas y transición de pena a rabia contenida simplemente inundaron la historia, dándole al personaje la realidad que merecía.
Esperemos que la TV chilena se siga atreviendo, que apueste por tramas diferentes y que los políticos que critican este tipo de programas se dediquen a realizar su trabajo. La vida real es más dura, cruel y violenta que "Alguien te mira" y en éste ámbito poco y nada se ha hecho hasta hoy.

3 comentarios:

XVCV dijo...

Me gusta que la telecisión chilena se atreva a cambiar las mismas temáticas que ha utilizado desde hace décadas. Aún así, creo que Alguien te mira fue una muy pobre aproximación al género del thriller. No sé si el problema estuvo en el escritor, Pablo Illanes, o en el equipo realizador. Sin dudas, se confunde el hecho de que esta producción haya sido la primera en su tipo con que haya sido relamente un buen producto.
Con respecto a Rudolphy, sí, concuerdo con que es un muy buen actor; lástima que él permita que sus jefes lo encasillen en cierto tipo de personajes, en los que termina interpretándose a sí mismo en esa misam parada de "soy Rudolphy, un buen actor".
Espero que el género evoluciones pronto, y no me refiero sólo a que los libretistas creen historias innovadoras, sino que los técnicos que están detrás de la puesta en escena también se pongan las pilas.
Mi nota para Alguien te mira es un 4.5. Pasa de curso pero con reparos, muchos reparos.

XVCV dijo...

Perdón por la "comida de letras", jaja.

La Libertad de Briseida dijo...

Soy parte de ese porcentaje que se unió después de conocerse la identidad del asesino, ya que antes veía en forma esporádica algunos capítulos, y no completos, fue al final cuando me empecé a interesar más, o mejor dicho, desde el momento del secuestro de la detective, y ver la fría forma en que se cometió el crimen, que es tal vez lo que más rescato de esta serie, el buen trabajo que se hizo en esas escenas, y por lo tanto creerles, eso al menos fue lo que a mí me pareció.
Sin embargo, del capítulo final, debo decir que sí me gustó, concuerdo que, en especial cuando hay niños y bebés de por medio, esas escenas son bastante fuerte, pero el final me dejó gusto a poco, quizás en pro del género del suspenso, y tal como lo dijo el mismo Rudolphy a la mañana siguiente en Buenos Días a Todos, habría sido interesante y entretenido en la escena final un acercamiento a la cara del doctor García, y que éste hubiese abierto un ojo tal vez.
Otro comentario es respecto al género mismo, ya que pienso que sería un gran desafío escribir un guión donde no se muestre a "los malos" cómo víctimas por traumas infantiles, es decir, que siempre en estas teleseries hay un motivo, tratar de explicar algo en base a un sufrimiento, y no mostrar, aunque suene raro, el lado más puro de la maldad, ya que estoy segura que muchas personas que cometen crímenes, siempre se van a escudar bajo un problema que tuvieron, un trauma, cuando en el fondo, simplemente, son malas personas, en ese caso, se tendría el argumento de que la ficción se cruza con la realidad.