Me encanta la Jiles

Pamela Jiles es de aquellos personajes que gustan y, a la vez, intimidan. Una mujer que opinan y que por más superficial que parezca una conversación, logra elevarla a hasta la seriedad misma, aunque dicha seriedad sólo sea compartida por ella y sólo ella. Y me gusta que esté en la farándula. El rol que ha creado y que desempeña en el extraño panel de SQP nos ha permitido vivir algunos de los momentos más sabrosos y confrontacionales de farandulandia, los que están muy lejos de aburrir.

Lo que más me agrada, es que sus comentarios sacan ronchas, que es directa y no teme decir lo que piensa. Y lo que es mejor, sea en verdad o no, enfrenta al "tongero" Roberto Dueñas, su compañero de panel. Es la única que le ha dicho en su cara que es un "chanta, un aprovechador, un hombre que quiere subir a través de una escalera llamada Marlen Olivarí. E incluso ha llamado a la showoman a aceptar su supuesto lesbianismo, tema de aparente tabú en el show bussines criollo.

Pese a lo anterior, "la Jiles" es una opinóloga que también comete errores, que se "manda sus carriles" y que llega a molestar con sus críticas. Pero lo cierto es que, a su modo, refresca la pantalla, le entrega una chispa extraña y logra encarar y hacer callar a aquellos que me caen pésimo, que se creen dueños de la verdad y que sólo desprestigian aún más el criticado periodismo de farándula. Lo cierto es que esta extraña mujer logró reinventarse, adecuarse a los nuevos tiempos y no quedarse atrapada en la gastada idea de ser "un gran periodista", que a la larga de poco o nada sirve.

Nada de gil...